ProgreRock Rosario, día 2

Con las sensaciones aun a flor de piel por lo que vivimos el primer día del festival, me acerqué a la Sala Lavardén, listo para una nueva sacudida de las emociones y los sentidos a manos de Fruta Groove, Dánae y La Gota. Menú de aquellos para un fin de semana que se constituyó en un banquete de buen gusto y talento, si se me permite la ilustración.

La propuesta del día estaba emparentada con un perfil progresivo, pero ya no tan sinfónico como el día anterior. Las tres bandas que tocaron del domigo cultivan un perfil más guitarrístico; por decirlo de algún modo, más rockero. Sin perder por ello el vuelo y la complejidad del género, claro.

La primera banda en subir el escenario fue Fruta Groove. Este trío, sobre el que ya hemos escrito y que también hemos entrevistado para el programa 30 de Gigantes, está integrado por Nabil Schegtel en batería y Mateo Torres en bajo, más la viola de Gaspar Scuizatto y la voz del cantante invitado Ramiro Benetti. Todos tipos muy jóvenes con una gran despliegue y mucha energía en escena. Sonaron ajustados, muy entusiasmados con el gran desafío -tanto por su debut en el Festival como por la entidad de la sala-, con una propuesta muy interesante. Combinaron estilos y formatos -desde riffs duros hasta chacarera- sin que suene incoherente o excesivo. Maradona dixit, son unos insolentes de la música: pusieron todo de sí con alegría y desparpajo, y nos dieron un espectáculo que necesita seguir madurando, claro, pero que es sumamente prometedor. Con un tandem bajo-batería solido y poderoso, y una guitarra de buen desempeño pero excedida en volumen por momentos, cumplieron sobradamente con el desafío. Bien por ellos.

Los "insolentes" probando sonido

La siguiente banda fue Dánae. Los matemáticos lo hicieron una vez más: dieron un espectáculo vibrante, preciso, emotivo y poderoso. Pero claro, no puedo hablar mucho de Dánae, sin que se me acuse de poco objetivo. Es que la música de estos tipos me apasiona. Lo interesante anoche fué que aprovecharon la ocasión para presentar nuevos arreglos para su repertorio, e incluso recuperando trabajos de años atrás que, muy interesante esto, sonaron vigentes. Estos cuatro amigotes, que muestran en escena cuanto respeto mutuo y oficio tienen, nos deleitaron con un set que fue cálidamente recibido y acompañado por el público. Mientras los miraba ayer pensaba que la música de Dánae no podría existir fuera de Dánae: sería imposible lograr semejante obra sin el complemento de ser quienes son, no sé si me explico. Cualquier músico con pericia podría tocar lo que fuera, pero para tocar la música de Dánae se necesita ser Pablo, Marcelo, Willi y Sergio. Esa es su esencia. Por eso suenan así. Insuperables.

Dánae precalentando

El cierre estuvo a cargo de los siempre eficaces músicos de La Gota. El combo Zemp-Gallego-Suárez-Sali presentó su set de alto vuelo al que nos tiene acostumbrados. La propuesta de la banda también recibió una cálida aprobación por parte del público, que celebró cada una de sus interpretaciones. Un digno cierre para un fin de semana de gran calidad.

Zemp al frente de una banda sorprendente

Que fin de semana. Cuanta buena música. Cuanto talento. Al finalizar, como siempre, todos colaboraron para el desarmado y participaron de las fotos de rigor. Antes de su vuelta a La Plata, nos reunimos con los intergrantes de Under Linden para una breve entrevista para el programa. También conversé, grabador mediante, con Juan Cortés, guitarrista de la banda, para hablar de su excelente trabajo solista con John Cat Trío. Ambas entrevistas, en el próximo programa de Gigantes Gentiles.

Ojalá esto siga. El fundamento de calidad está. Faltaría más acompañamiento del público, pero con este nivel de preparación, de organización y de talento, el contenido está asegurado. Para un proyecto como este, eso es suficiente para justificar el esfuerzo. Por nuestra parte, apoyar es no sólo un deber sino un privilegio.