miércoles, 9 de enero de 2019

Trampas para engañar, de Trigémino, y una larga espera que termina

Estoy escuchando en Bandcamp, "Trampas para engañar", el postergado y largamente esperado trabajo de la banda Trigémino.

Me trae una catarata de recuerdos maravillosos... de una época genial. No puedo, y espero que Carlos, Juan, Jorge y Marco me permitan el atrevimiento, dejar de hacer mía la experiencia de Trigémino, como oyente y fana de la banda, la que creo fue una de las mejores de su tiempo. Por talento, por creatividad y por buena gente, también. Me vienen a la memoria los buenos momentos con ellos. 

Luego, la vida me llevó lejos de Baires y de la música, pero siempre los tuve en mi memoria y afecto. De hecho, han estado en varias ocasiones presentes en el programa, primero desde grabaciones encontradas, luego por la amabilidad de Esteban Cerioni, primero desde su Reddland y luego desde el doble en vivo de Redd pude rescatarlos y a mi manera, mantenerlos presentes desde la radio.

Guardo muchos, momentos increíbles y maravillosos de nuestros encuentros: los conciertos tan explosivos y divertidos, los ensayos en la casa de Marco, mis clases de guitarra con Carlos, aquella cortada de Marco al final de la suite, cuando rompía la botella con un martillo (mirá vos el recuerdo... qué loco), la despedida en Retiro cuando el tren los llevaba a Tucumán junto a Irreal y Redd...

Luego con los años, tuve la fortuna de cruzarme de diferentes modos. Carlos recibiéndome tan amistosamente en su casa, Marco en Bahía Blanca de gira con Baglietto en el '82, Jorge haciéndome llegar su trabajo solista, el Pollo brindándome su efecto y sapiencia en una entrevista en el programa. Claro que he seguido sus carreras, pero hay momentos muy especiales también.

Celebro la salida de este disco y la decisión de Felipe Surkan de editarlo. Nos merecíamos esto. La música merecía esto.

Así que, gracias, muchachos. Todo el esfuerzo valió la pena. Nos han hecho mucho bien a muchos.
 

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