El viernes se llevó a cabo el festival del título, y la humorada viene a cuento de cierta ampulosidad en el nombre, que se coló de alguna manera también en el clima de algunas de las interpretaciones.
Lamentablemente, la gente no acompañó: me parece que no llegabamos a 100 personas en la Sala Lavardén. Pero hubo una razón de peso: prácticamente el festival no tuvo difusión, y ese es un error que se paga caro, sobre todo tratándose del público
prog.
William Gray inicia su set a platea semivacía. Faltó difusión. Una verdadera lástima.La primera banda en presentarse fue
Eden Katru, que arrancó sin más un set de temas de fuerte impronta sinfónica. La banda está integrada por Marcelo Chipont en teclados, Leandro Calello en bajo y guitarras, Juan Amaya en batería y el notable vocalista Daniel Noya. Tuve oportunidad de hablar con Daniel, un tipo bárbaro que tiene muchas ganas de armar una movida progresiva con bandas de Baires y de aquí. Eden Kathru basa su potencia en un colchón de texturas sinfónicas entretejidas por los teclados, con remansos acusticos a cargo de Calello que remiten en sus alternancias inevitablemente al Yes de "Close..." o el ELP de "Pictures..." por momentos. La influencia del sinfónico inglés es notoria.
Eden Khatru y su despliegue progresivo. Una mención especial para su vocalista.Luego fue el turno de nuestros
Pablo el Enterrador. En un set recortado por cuestiones de tiempo, los Pablo mostraron un repertorio que se esfuerza por
aggionarse sin perder el estilo. Hay cambios, giros y novedades en un repertorio clásico, que augura una renovación respetuosa de una forma de entender la música. Mientras los disfrutaba se me ocurrio pensar que sus grabaciones apenas son un esbozo de lo que son en vivo: tienen una fuerza, una alegría por tocar que sacude. Tocaron frente a tan poquitas personas como si estuvieran ante miles, por el sólo placer de hacerlo.
Un hallazgo la incorporación de los
Danae Pablo López y Willi Torres. El bajo virtuoso de Willi se combina perfectamente con la potencia de la batería de Marcelo Sali, logrando una
pared rítmica inedita para los Pablos, que le queda a la perfección. La guitarra de Pablo parece darle otra soltura a la guitarra y la voz de José María Blanc. La banda se completó esa noche con Jorge Urquilla en teclados y las siempre presentes bases del siempre recordado Turco Antún desde una pista.
Pablo el Enterrador con nuevos arreglos y el aporte de los 'Danae' Pablo y Willi.Para cerrar,
William Gray. Con 9 músicos en escena liderados por Sebastián Medina en voz y guitarras, y un correlato en formato
comic de la música que transcurría, hicieron la presentación de su trabajo "Living Fossils", un proyecto ambicioso, una historia llena de matices que petenden contar, lamentablemente (o no, según se mire) en idioma inglés. Su sonido incorpora instrumentos de gran riqueza sonora, como el cello y el bandoneón, bien ejecutados y bien utilizados. Sin embargo, es difícil en las intervenciones de las guitarras no remitirse a Porcupine Tree en sus momentos más vibrantes, o al mismísimo Jethro Tull en los momentos acusticos, similitud de voces incluidas.
La banda porteña a pleno. William Gray y la multitud de instrumentistas.En síntesis, tres buenos momentos de tres bandas que buscan definir o redefinir su lugar, según el caso. Me fui más que conforme con la experiencia, que augura larga vida al progresivo local. Esperemos que con mayor difusión estos eventos traigan más de estas experiencias a Rosario, una plaza que sin dudas tiene un publico
de buen paladar progresivo.