martes, 24 de marzo de 2009

Peter Gabriel, un amigo en Argentina

El domingo se reunieron 40000 amigos para celebrar la visita de otro amigo que hacía mucho que no venía por casa. Nuestro amigo, el homenajeado, cantó, bailó y nos emocionó. Nosotros, luego, regresamos a casa con la piel todavía erizada y agradecidos porque, finalmente, él nos homenajeó a nosotros.

Hubo algunos que se dicen amigos pero trabajan en los medios y esos, se sabe, son los peores. Dijeron que no cantó nada nuevo -como si lo hubieran escuchado alguna vez con el corazón, como se debe-, que no trajo la parafernalia que usa en Europa -como si ellos mismos, que son amigos de los empresarios del centavo, pagaran el flete-, que esto y que el otro. En fin.

Yo me quedo con el "Oh-oh-oh-oh-oh-oh oh-oh-oh" -ponerle 40000 gargantas y el comienzo de "Sledgehammer"- o el "Biko, Biko, because Biko" con no sé que puño en alto -porque muchos faltaron a la clase donde el profe explicó que era el izquierdo, si hubiera una cátedra de Compromiso-. Lo que vale es la intención. La de Peter y la de los que entienden. Pero fue, de todos modos, buen momento para aprender.

No es fácil hacer temblar el cemento de Vélez; no si no se es Queen, Purple o Iron Maiden, por caso. Pero la densidad de ciertos pasajes, el bajísimo de Levin y la propia vibración de nuestra alma -esto ultimo como una suposición, pero que la hay, la hay- movieron el cemento bajo nuestros piés. Grande, Maese.

No sé, tal vez fue una cierta premonición de que no habrá una próxima vez, pero el recorrido por lo más destacado de su obra fue, me pareció, una idea excepcional. Porque además ningún tema sonó igual. Cada uno tuvo su toque especial para nosotros -por acción u omisión- que lo hizo diferente. Peter Gabriel es un artista excepcional que convierte en nuevo todo lo que toca, ya sea un clásico ochentoso como Big Time o un concepto profundo y ancestral como San Jacinto. La tozudez del músico por darnos sólo un recorrido por nuestras nostalgias fue tal que se olvidó del robot Wall-e y mandó la mencionada Big Time. Por mí, mejor.

Yendo a lo concreto -cosa que no me importó sino hasta ahora que quiero dejar por escrito todas las sensaciones- la banda, ajustada, poderosa, inspirada y en un segundísimo plano, como siempre, sonó fenomenal, resaltada por un sonido de gran calidad y nitidez, excepcional para un estadio de fútbol. Fué casi la misma formación de Growing Up: Melanie Gabriel -hizo solita "Mother of violence"-, Tony Levin -la segunda mayor ovación de la noche-, David Rodhes -impecable el cirujano, como lo presentó Gabriel-, Richard Evans y la dama del teclado -PG dixit- Angela Pollack.

Hubo momentos de baile y momentos intensos, de gran densidad. La voz de Peter, tan intacta y cautivante como siempre. Se notó que fue regulando -sin mezquinar- y como premio para nosotros, llegó entero y potente hasta el final. No sólo para cantar, sino también para agradecer, bromear, volver a agradecer y presentar con un castellano entreverado que resolvió con mucha ternura, el corazón y el significado de cada canción.

Este es el listado:

Zaar
The Rhythm of the Heat
On The Air
Intruder
Steam
Blood of Eden
Games without Frontiers
No Self Control
Mother of Violence
Darkness
The Tower That Ate People
San Jacinto
Big Time
Secret World
Solsbury Hill
Sledgehammer
Signal to Noise
In Your Eyes
Red Rain
Father, Son
Biko

Fue una noche de celebración entre amigos, para homenajear al amigo que vino de visita después de tanto tiempo. Estuvo por aquí, nos dejó su corazón, no sin dejar de advertirnos al despedirse: lo que suceda ahora depende de nosotros.

Gracias, Maestro.

Addenda: Gracias a mi amigo Gusbatero, que salvó mi olvido: el del baterista, Ged Lynch. Pavada de omisión la mía. Un verdadero motor de la banda, al que Peter ensalzó con la descripción hizo, y que Gus menciona en su comentario. Gracias, amigo.

9 comentarios:

Gusbatero dijo...

Hola Quique,

no puedo estar más de acuerdo con vos, a Peter, después de tantos años, lo sentimos como a un amigo. Y en realidad eso es lo que emanó desde el escenario. Fue un show impecable, con momentos de mucha fuerza, de emoción, de calma y hasta de terror! (Darkness).
No puedo negar que yo también pensé "traerá todo?", pero después de ver ese show me dí cuenta que lo más importante es la MUSICA, todo lo demás es un agregado que, si bien hace al espectáculo, no sería nada sin la calidad a la que nos tiene acostumbrados. Peter no necesita "bailarines ni efectos especiales" para llegar a nuestras almas.
Y otra cosa que me pegó: ¡cuánta gente escuchando buena música! ¡40000 tipos en un estadio que, en un momento emocionante, hicimos silencio total para escuchar a Peter solo con su piano, apoyado por Tony! Quiere decir que todavía hay mucha gente que vale la pena y sabe lo que es bueno!
Y por último: te olvidaste de nombrar al batero. Yo, como orgulloso batero también, escuché como Peter lo presentó diciendo "ninguna banda puede ser más grande que su baterista! El motor a explosión de la banda: Ged Lynch!!!" Se me cayó la baba, jajaja.
Me alegro que lo hayamos disfrutado juntos. Un abrazo.

Gustavo.

Quique Quagliano dijo...

Gracia, Gus. Pavada de omisión la mía. Sin dudas, no sería su música lo que es si omitimos la percusión: Lo de Peter también fue revolucionario en eso. En este caso, si bien son diferentes estilos, no hace sombra el recuerdo de Manu, porque Ged es excepcional.

Sin dudas, FROM tampoco sería lo mismo sin su baterista!!!

Algún día nos veremos las caras y compartiremos también personalmente eventos que nos estremezcan así, juntos.

Un fuerte abrazo,

Quique

Miguel dijo...

Como estaba seguro que en algún momento iba a venir este post (supongo que la demora se debió al tiempo prudencial y necesario para procesar todo lo vivido),mi comentario es un poco para reflejar todo lo me pasó a nivel personal, en primer lugar fue el primer concierto al que pudimos ir juntos con Quique desde nuestro reencuentro, y te cuento que para mí eso fue muy importante y sobre todo siendo nuestro amigo Peter el que produjo esto, la alegría de compartirlo también con mi familia, lo que explica a las claras lo que significa Gabriel en casa.
Del show en sí poco es lo que puedo agregar a lo que dijeron Quique y Gusbatero, solamente remarcar la emoción; la emoción de cantar juntos, de escuchar a Peter contarnos en castellano de que trata su arte, eso fue para mí lo fundamental de aquella noche: LA EMOCIÓN.
Hasta la vuelta,amigo Peter.

Miguel

Quique Quagliano dijo...

Es cierto, es el primero en mucho tiempo. Y la verdad es que lo anticipamos y disfutamos como tantas veces, como en aquellas épocas. Y que bueno y que aportuno que fuera justamente por Gabriel...

Compartirlo con tu familia fue un placer extra, que disfruté también, con sanguchitos y todo!!!

Que bueno cuando la música nos reune.

Un abrazo. Por muchos recitales más!!!

Quique

Alejandro Quiroga dijo...

Da gusto encontrar gente que aprecia este tipo de manifestaciones artísticas. Yo también hice un pequeña crónica del recital en mi blog.
arterapeutico.blogspot.com
Saludos.

Quique Quagliano dijo...

Gracias por la visita, Alejandro.

Luego te visito para leer tu crónica. Me alegra que hayamos compartido semejante momento.

Saludos,

Quique

Claudio dijo...

Peter en Argentina

Tuve la suerte de verlo las tres veces que anduvo por estas tierras , 1993, amnesty y 2009 y de ello rescato los siguientes comentarios.

"Epa ...! no trae toda la tecnología" y si, ya bien sabemos que salvo grupos como los Rolling o U2 nadie trae todos sus fuegos de artificio.
Y bueno, creo que se pone mas atención en lo importante, su música, su mensaje.

"Uyyy que viejo está" , si igual que todos, el tiempo pasa para todos por igual, Gracias porque el talento esta intacto y es mas como un buen vino añejo, mejora con el tiempo.

"PG es un artista políticamente correcto" (Pergolini Dixit) Esto no lo entiendo bien , es un halago o una critica?. (Me sonaba mas a critica)
Si esto implica, ese talento desbordante, esa innovación constante y esa banda terrible que presentó. Aguante lo políticamente correcto.....!

PG pudo trascender a Génesis, a logrado que a nadie se le ocurra pedir en un concierto "Tocá the Knife...!" como sucede con gran parte de los músicos que integraron las grandes bandas. Por lo menos en mi caso en el concierto olvido totalmente su gran comienzo.

De la banda que decir que ya no se ha dicho, en mi caso solo extraño la voz de Paula Cole que lo acompaño allá por 1993/94 en el Tour europeo. (Melanie sorry..!).

Amigos, para cerrar mi comentario fueron dos extensas horas que lograron transportarnos a aquellos años de juventud y rock...! Una emoción tras otra , sentir la piel de gallina en varios momentos del concierto. Entender un poco mas la lírica de cada tema , gracias a su castellano entreverado, y disfrutar a full de ese cantante blanco con voz de blusero negro…..! Peter hasta la próxima…!

Miguel dijo...

Muy acertado tu comentario, Claudio, espero que nos podamos ver pronto, explicación para Quique : es Pereiro.

Quique Quagliano dijo...

Hola, Claudio, que bueno que hayamos podido compartir esto, aun a la distancia, después de tantos años.

Te dejo un abrazo, y quedemos en contacto!

Quique