viernes, 28 de marzo de 2008

Aporte (tangencial) al debate sobre la llamada "piratería"

Es improbable que volvamos a hablar de Smashing Pumpkins en este blog -aunque han hecho algunas cosillas muy respetables-, pero en esta ocasión vamos a usar la cuestión de su demanda a Virgin Records para aportar a una discusión que, lamentablemente, se frenó.

Levanto de DentroMusica.com:

El vocalista de los Smashing Pumpkins, Billy Corgan, ha hablado sobre la demanda que la banda entabló contra su antiguo sello discográfico, Virgin Records. El grupo, que se reunió el año pasado tras siete años de caminos separados, demanda al sello por permitir que su nombre fuera usado promocionalmente por Amazon.com y Pepsi.

Corgan declaró: "Estoy seguro que indicaron a Pepsi que tenían el derecho para hacer eso, sabiendo perfectamente que no era así." La demanda estipula que Virgin ha "dañado irreparablemente al grupo, su reputación y su relación con los fans". Virgin y Smashing Pumpkins son socios en la propiedad del catálogo de la banda, pero Corgan declara que él y los miembros de su banda tienen el derecho de vetar cualquier negocio de esta clase. El cantante agregó: "Vamos a ver más de esto de apostar a romper las reglas esperando que no los atrapen. Lo que hemos hecho no es muy redituable en dinero, pero sí lo es en términos de precedente, porque hay mucho más de esto por venir".

Corgan también explicó que ha hecho ofertas para comprar el catálogo de la banda a Virgin, pero explicó que no es su intención entrar en esta discusión. "No desean ponerle una cifra. Han deteriorado tanto el catálogo que probablemente esperan que nos acobardemos y pidamos que nos paguen por renunciar a él".


Una vez más decimos: sin entrar a defender a los piratas inescrupulosos que lucran con derechos que no les corresponden -leáse, compraventa de cd's truchos-, está claro que el actual modelo despoja de su obra al artista y convierte a la discográfica en dueña absoluta de disponer de la obra como más le plazca. Cuando hablemos de los derechos del creador sobre su obra, recordemos esto: si la quiere, él también deberá comprarla.

Evidentemente, se necesita un cambio.

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